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Alex Mirasol

Javi y Sheila

Javi y Sheila

Bolígrafo BiC sobre papel.

40 x 30 cm.

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pascual -

‘Lo Gaspatxer’ rendirá tributo a su pueblo
6 de febrero de 2012
‘Lo Gaspatxer’, el bombo de cuerda más grande del mundo del Repiquet y que en estos días cumple un año de vida, añadirá a su historia un mérito más y es que desde esta semana comenzará a reflejar en su extensa piel un homenaje que los miembros de este grupo de bombos y tambores quieren rendir al municipio.

Álex Mirasol, pintor que se ha ganado una fama considerable realizando auténticas obras de arte sobre las pieles de bombos y tambores, llega a la localidad para hacer gala de su talento sobre la piel del bombo gigante del Repiquet. El pintor ya expuso una muestra de su obra el pasado año en el edificio cultural CESAL de Alcalà de Xivert con motivo de la XII Exaltación del Bombo y el Tambor que organizó El Repiquet.

La temática de la obra no será otra que el municipio xivertense. Y es que según la junta directiva del grupo de bombos y tambores la intención es “rendir un homenaje a nuestro pueblo y que éste quede para siempre estampado en la piel de nuestro bombo ‘Lo Gaspatxer’”. Los elementos más identificativos del municipio formarán un collage que a buen seguro serán del agrado de todos los vecinos. Los bocetos previos realizados por el pintor han tenido una extraordinaria acogida entre los miembros del grupo.

Durante los próximos días el pintor llevará a cabo su trabajo para, próximamente y en una fecha aún por determinar, poder presentarla al pueblo en general.



José Ramón Pitarch, presidente del Repiquet, expresa la ilusión del grupo por esta iniciativa: “Para nosotros es todo un orgullo acometer un proyecto de estas características. El bombo ha supuesto un auténtico reclamo turístico para el municipio y se ha hablado mucho de él. Ahora lo que queremos es que, a través de esta pintura que realiza Alex Mirasol, ‘Lo Gaspatxer’ sea mucho más hermoso y al tiempo rinda tributo al pueblo”.
Para poder llevar a cabo este proyecto el primer paso ha sido trasladar el bombo desde la iglesia, donde permanece a lo largo de todo el año, a un local donde el pintor realizará su trabajo